Una luz cruza el cielo. La multitud grita. El video se viraliza. La narrativa del fin del mundo sigue escribiéndose, no en escrituras sagradas, sino en clips de 15 segundos.

En las últimas horas, miles de usuarios en Colombia y Brasil han compartido imágenes impactantes de lo que parece ser un meteoro atravesando el firmamento. Una bola de fuego brillante, descendiendo a gran velocidad, ha sido captada desde distintos ángulos y regiones, desatando una ola de especulación: ¿impacto inminente?, ¿señal divina?, ¿tecnología oculta?, ¿proyecto de control mental masivo?
Lo que vemos —o creemos ver— ya no es confiable. En un mundo plagado de deepfakes celestes, proyecciones atmosféricas y campañas de sugestión colectiva, incluso un meteorito puede ser parte de un guion. Y ese guion tiene un solo objetivo: programar a las masas para el miedo, la obediencia y el colapso emocional.
🔥 El cielo como escenario
Ya no se trata solo de mirar hacia arriba, sino de preguntarse: ¿quién controla lo que vemos? Tecnologías como el Blue Beam, los drones sincronizados y las campañas de manipulación sensorial han convertido al cielo en una pantalla. Las imágenes del meteoro, aunque impactantes, podrían ser tanto naturales como inducidas. La pregunta no es si fue real, sino: ¿por qué ahora? ¿por qué así? ¿qué se nos prepara?
🛑 La estética del fin
Desde pandemias, eclipses “modificados”, disturbios controlados y desastres “naturales”, estamos siendo condicionados al espectáculo del Apocalipsis. Pero no es el apocalipsis bíblico: es uno gestionado por laboratorios, gobiernos y corporaciones que manejan tanto el miedo como la fe.
Este meteorito (si es que lo fue) no es la noticia. La noticia es que la humanidad reacciona como se esperaba: grabando, temiendo, obedeciendo. El fin del mundo no será explosivo. Será televisado, compartido, monetizado… y cuidadosamente diseñado.
🧠 Cierre:
¿Estamos ante señales divinas o simulaciones humanas? ¿Frente a una advertencia cósmica o una distracción programada? Lo que está cayendo no es un meteorito. Es la confianza en la realidad.