El campus de la Universidad Emory vivió este viernes una situación de máxima emergencia tras reportarse la presencia de un tirador activo en las inmediaciones del CVS de Emory Point, a escasos metros de las instalaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
La alerta se emitió poco después del mediodía, instruyendo a estudiantes, personal y visitantes a aplicar el protocolo “RUN, HIDE, FIGHT” (“Corre, escóndete, lucha”), un mensaje claro para resguardarse y evitar el área.

Los hechos
Testigos informaron que los primeros disparos provocaron una rápida movilización policial. Sirenas y vehículos blindados llegaron al lugar en cuestión de minutos. Según confirmaron medios locales, un oficial resultó herido y fue trasladado de urgencia a un hospital cercano; versiones preliminares señalan que podría haber también un civil herido, aunque las autoridades no lo han confirmado oficialmente.
Durante el intercambio de disparos, varios vehículos policiales fueron alcanzados por balas, y en los edificios cercanos del CDC se registraron impactos en ventanas.
Respuesta y seguridad
La Universidad Emory activó de inmediato sus sistemas de alerta masiva, notificando por mensajes de texto, correo electrónico y redes sociales a toda su comunidad académica. Las autoridades cerraron accesos y recomendaron a los residentes cercanos permanecer en interiores.
La policía de Atlanta, apoyada por agencias federales y personal de seguridad del CDC, mantiene un perímetro de seguridad. Hasta ahora, no se han reportado víctimas mortales. El atacante o atacantes aún no han sido identificados públicamente.
Un punto sensible: la cercanía con el CDC
La localización de este tiroteo no es un detalle menor: el campus de Emory y las oficinas del CDC comparten un área estratégica que alberga investigación médica y patógenos de alta seguridad. Esto aumenta la preocupación sobre posibles amenazas colaterales o motivaciones específicas del atacante.
Situación en desarrollo
Las autoridades continúan investigando y piden a la población no difundir rumores. Medios nacionales e internacionales siguen de cerca la evolución del caso.
Mientras tanto, el debate sobre la violencia armada en campus universitarios vuelve a encenderse en Estados Unidos, un país donde las alertas de tiradores activos se han convertido en parte del paisaje de la vida estudiantil.