Zona Andares, Guadalajara. Un exfutbolista convertido en figura pública, Adolfo “Bofo” Bautista, fue captado en un acto que resume la tragicomedia del poder informal en México: entregando una presunta “mordida” a agentes de tránsito tras ser detenido. El video, grabado desde un edificio cercano, muestra el intercambio de billetes y licencia con una naturalidad que hiela más que escandaliza.
Una familia circula por las calles de la CDMX. Un menor en el asiento trasero. Semáforos, cláxones, caos cotidiano. De pronto, una camioneta blindada se les cierra violentamente. Escoltas armados descienden, no para proteger, sino para agredir. ¿Quién les dio permiso de convertir la vía pública en zona de guerra?
La captura de 300 000 kg de precursores químicos revela un tablero de ajedrez global donde el narcotráfico se convierte en arma geopolítica. Lo que Estados Unidos presenta como “guerra no declarada” contra lazos ilícitos entre Shanghái y Sinaloa desnuda los contornos de un conflicto de múltiples cabezas. Este artículo explora cómo la narrativa de “narcoterrorismo” legitima intervenciones extrarrestre y redefine el concepto de seguridad nacional.
Monterrey, Nuevo León. Un hombre de 32 años lleva de la mano a una niña de 10 hacia un motel. La escena, captada por cámaras de seguridad, se viraliza. Pero lo que debería ser un grito colectivo se convierte en un murmullo dividido: “¿Y si fue por voluntad propia?”, preguntan algunos. La pregunta no solo es absurda. Es peligrosa.
Una salida alterna que antes representaba alivio frente al tráfico asfixiante de la autopista Peñón-Texcoco se ha convertido en un escenario de extorsión cotidiana. A la altura de Nezahualcóyotl, un grupo de jóvenes ha tomado el control de este acceso, instalando una “caseta” informal donde el peaje no es legal, pero sí obligatorio: dinero o agresión.
Ciudad de México, septiembre 2025 — La muerte de Emmanuel, un joven de 21 años atropellado durante una rodada convocada por la exalcaldesa Sandra Cuevas, ha detonado un nuevo enfrentamiento entre la política y el periodista de nota roja Carlos “C4” Jiménez. Lo que comenzó como una cobertura de un accidente vial terminó convertido en un duelo público de acusaciones, amenazas y una pregunta que incomoda: ¿quién controla la narrativa cuando hay sangre en el pavimento?
Un nuevo episodio de agresión contra autoridades de seguridad circula en redes sociales. En un video difundido por el periodista Carlos Jiménez (@c4jimenez), se observa a una mujer lanzando insultos contra una policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México durante un operativo de alcoholímetro.
En un operativo sin precedentes, autoridades federales, capitalinas y mexiquenses han iniciado una jornada de búsqueda en la Sierra de Guadalupe que ya arroja resultados estremecedores: se han localizado restos que podrían corresponder a más de 250 personas desaparecidas, junto con prendas y objetos de interés ministerial. Este hallazgo, registrado durante la primera fase del operativo, expone la dimensión brutal de la crisis forense y humanitaria que atraviesa el país.
Mientras el Himno Nacional retumbaba en el recinto legislativo, dos figuras del espectáculo político mexicano —Alejandro “Alito” Moreno y Gerardo Fernández Noroña— se trenzaban a golpes en plena sesión de la Comisión Permanente. No fue una metáfora. Fue literal. Empujones, jaloneos, insultos. Todo transmitido en vivo por el Canal del Congreso.
CDMX, agosto 2025. Un conductor de BMW, intoxicado por alcohol y poder, agredió brutalmente a una familia en plena vía pública. El video —difundido por @QuePocaMadre_Mx— muestra a un sujeto fuera de sí, rompiendo cristales, persiguiendo inocentes, y desatando una escena de terror urbano. ¿Y las autoridades? Brillan por su ausencia. Como siempre.
