La guerra cultural ha encendido otro frente. Esta vez, el blanco es Netflix, acusado de promover una “agenda transgénero” en contenidos infantiles. Elon Musk, el magnate convertido en cruzado digital, ha llamado a millones a cancelar sus suscripciones. ¿El detonante? Una caricatura con un personaje que dice: “Soy transexual”, dirigida a niños de 7 años.

🔥 El show ya había sido cancelado… pero el escándalo revive
El programa Dead End: Paranormal Park, que incluye un personaje trans llamado Barney, fue cancelado en enero de 2023. Sin embargo, el director Hamish Steele volvió al centro del huracán tras ser acusado de celebrar la muerte del activista conservador Charlie Kirk. Aunque Steele negó haberlo hecho, el fuego ya estaba encendido.
Libs of TikTok amplificó el caso, Musk lo compartió, y el hashtag #CancelNetflix se volvió tendencia. ¿Casualidad? ¿O parte de una estrategia de polarización algorítmica?
📉 ¿Impacto real o simulacro bursátil?
Las acciones de Netflix cayeron un 2.2% el 1 de octubre. ¿Fue por el boicot? ¿O por la volatilidad habitual del mercado? Lo cierto es que no hay evidencia de millones de cancelaciones. El movimiento parece más simbólico que masivo, pero en tiempos de simulacro, eso basta para incendiar la conversación.
🧠 ¿Qué hay detrás del escándalo?
Este episodio revela algo más profundo: la batalla por el control narrativo en la infancia. ¿Quién decide qué es “apropiado”? ¿El algoritmo, el CEO, el influencer, el padre, el Estado?
Netflix, como plataforma, se convierte en campo de batalla. Musk, como figura, en catalizador. Y nosotros, como audiencia, en rehenes de una guerra simbólica donde la moral se monetiza y la infancia se convierte en trinchera.
🚨| ÚLTIMA HORA: Las acciónes de Netflix se desploman ya que millones de personas cancelan Netflix para proteger a sus hijos del lobby LGBT, alentados por Elon Musk. 📷 “Soy transexual” dice una caricatura dirigida a niños de 7 años en Netflix, lo que encendió el boicot patriota. pic.twitter.com/kVAZy6YRLU
— Desorden Mundial (@DesordenM666) October 2, 2025
🎭 ¿Boicot o performance?
La cancelación de Netflix no es solo una decisión de consumo. Es una performance política. Un gesto que busca marcar territorio en la guerra cultural. Pero, ¿quién gana realmente? ¿Los niños? ¿La moral? ¿O el algoritmo que monetiza cada clic de indignación?