El asesinato del comandante “Nitro” evidencia el colapso del pacto narco-político en Sinaloa. La guerra por el control territorial sigue cobrando figuras clave, incluso dentro de las fuerzas estatales. ¿Quién dio la orden?

🕯️ Resumen de los hechos
La mañana del lunes 15 de julio de 2025, fue asesinado a balazos el comandante “Nitro”, identificado como Francisco Javier García, quien formaba parte del Grupo Élite de la Policía Estatal Preventiva de Sinaloa. El ataque ocurrió en Culiacán, en el sector Loma de Rodriguera, cuando viajaba en una camioneta acompañado de su esposa —quien resultó gravemente herida—.
Los sicarios, presuntamente a bordo de un automóvil compacto, lo interceptaron y abrieron fuego en plena vía pública. El comandante murió en el lugar. Su esposa fue trasladada a un hospital en estado crítico.
⚖️ ¿Quién era el comandante “Nitro”?
Francisco Javier García era conocido dentro de los cuerpos policiales de Sinaloa como uno de los mandos operativos más temidos del Grupo Élite, una división que ha sido señalada múltiples veces por su presunta participación en operativos de represión extralegal, colusión con el crimen organizado e incluso ejecuciones sumarias.
En redes internas y foros policiales, “Nitro” era mencionado como alguien que “sabía demasiado”, y que durante los últimos meses había estado bajo presión por su cercanía a ciertos mandos federales desplazados en Sinaloa tras el reacomodo posterior a la recaptura de Ovidio Guzmán en 2023.
🧩 Entre los Chapitos y el Mayo: reacomodo y vendetta
Sinaloa se encuentra en pleno proceso de reconfiguración criminal. La detención de varios operadores de “los Chapitos”, sumada a la presencia discreta de fuerzas federales en puntos estratégicos del estado, ha provocado una serie de asesinatos selectivos en los últimos meses. El crimen de “Nitro” podría leerse como:
- Un ajuste interno entre células rivales del Cártel de Sinaloa, especialmente si se confirma que mantenía vínculos con uno de los bandos.
- Una represalia de actores estatales por información comprometida, que el comandante habría intentado negociar para proteger a su familia.
- Una purga ordenada por sectores federales encubiertos, para debilitar a las fuerzas locales infiltradas.

🧠 Lo simbólico detrás del crimen
El asesinato no ocurrió en cualquier sitio, ni a cualquier hora. Fue a plena luz del día, en una zona donde los grupos criminales tienen absoluto control. El mensaje es claro: nadie está a salvo, ni siquiera dentro del aparato armado del Estado.
En este contexto, la figura del comandante “Nitro” encarna el fracaso de la militarización como modelo de seguridad. Se vuelve evidente que el Estado no combate al crimen, convive con él. Y en esa convivencia, tarde o temprano, los peones sacrificables caen.
🧱 Morena, Sinaloa y el silencio cómplice
Hasta el momento, el gobierno de Rubén Rocha Moya (Morena) ha emitido una declaración breve, limitándose a lamentar el hecho y prometer que “se llegará hasta las últimas consecuencias”. Pero lo cierto es que la administración estatal ha normalizado la violencia, y no existe voluntad política real de investigar estos crímenes.
En Culiacán, todo mundo sabe quién manda, y no es el gobernador.
📉 Conclusión: Estado en ruinas, seguridad ficticia
El asesinato del comandante “Nitro” confirma algo que desde Desorden Mundial venimos señalando: México es ya un Estado colapsado, con apariencias institucionales, pero sin soberanía interna. La policía, el ejército, los gobiernos estatales y federales son engranajes de una maquinaria criminal más amplia, donde los ajustes de cuentas disfrazados de “hechos lamentables” son el pan de cada día.