🛢️ Encuentran Refinería Clandestina en Tequisquiapan: El Huachicol que Sobrevive al Discurso

Mientras el gobierno presume megaproyectos energéticos como Dos Bocas, una refinería clandestina en Tequisquiapan, Querétaro, operaba con una eficiencia que haría sonrojar a cualquier secretario de Energía. Calderas artesanales, ductos subterráneos, bombas despachadoras y más de 300 mil litros de gasolina ilegal procesados en silencio. ¿Simulacro o síntoma?

🔥 El hallazgo que contradice la narrativa oficial

El operativo encabezado por la FGR, Guardia Nacional y Ejército Mexicano reveló una infraestructura digna de Pemex: cuatro estaciones de refinado, ocho tanques de almacenamiento, una cisterna subterránea y maquinaria adaptada para despachar combustible. Todo esto, disfrazado como recicladora en la comunidad de La Trinidad.

La ironía no pasó desapercibida. Usuarios en X como @Frederius soltaron la bomba:

“La refinería clandestina funciona mejor que Dos Bocas. Y sin sobrecostos.”

🕵️‍♂️ Construcción durante la pandemia: ¿quién vigilaba?

Imágenes satelitales analizadas por @danieloso muestran que la construcción comenzó en 2021, justo cuando el gobierno anunciaba la erradicación del huachicol. ¿Cómo se levantó una refinería sin ser detectada? ¿Qué hacían las autoridades mientras el país estaba encerrado?

Este patrón se repite: en Coatzacoalcos, Veracruz, otra refinería clandestina fue descubierta en junio de 2025. ¿Estamos ante una red nacional que floreció bajo el radar?

🧠 El simulacro energético: ¿Dos Bocas como fachada?

La narrativa oficial insiste en que el huachicol fue erradicado. Pero lo que vemos es una mutación: del robo de ductos al huachicol fiscal, empresarial, y ahora industrial. Rocío Nahle declaró el fin del huachicol. Tequisquiapan responde con calderas artesanales y gasolina lista para despachar.

¿Y si Dos Bocas es el simulacro? ¿Una fachada costosa para encubrir redes paralelas más eficientes, más discretas, más reales?

🧾 Huachicol fiscal: empresas fantasma y puertos clave

El Centro Federal de Inteligencia Criminal ha identificado 555 empresas vinculadas al crimen organizado desde 2021. Operan en puertos como Altamira, Veracruz y Lázaro Cárdenas, importando y comercializando combustibles con permisos falsos y facturas incongruentes.

La refinería de Tequisquiapan no es un caso aislado. Es parte de una economía paralela que compite con la formalidad, que subvierte el Estado, que sobrevive al discurso.

📣 Reacciones en redes: el meme como resistencia

En X, los memes y comentarios se multiplican. @MissSazu ironiza sobre la eficiencia criminal. @rod_villa1000 especula sobre desvío de recursos públicos. La indignación se convierte en humor, y el humor en crítica política.

“Si el crimen organizado puede construir refinerías funcionales, ¿para qué sirve el Estado?”

🧨 Conclusión: el Estado como espectador del simulacro

El hallazgo en Tequisquiapan no solo revela la persistencia del huachicol. Expone un sistema donde el crimen organizado construye infraestructura más eficiente que el gobierno. Donde el discurso oficial se convierte en simulacro. Donde la vigilancia energética es una promesa vacía.

La refinería clandestina no es solo una fábrica de gasolina. Es una metáfora del país: funcional en lo oculto, fallido en lo visible

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