Impunidad en Chimalhuacán: 20 Robos, 0 Detenidos y las autoridades los tienen localizados

La fórmula perfecta de la impunidad

Por Desorden Mundial

En Chimalhuacán, Estado de México, hay una pareja que ha perfeccionado el algoritmo del robo sin consecuencias. En solo cuatro meses, han asaltado al menos 20 tiendas 3B. Mismo modus operandi. Mismo cinismo. Mismo resultado: ninguna detención.

Las víctimas, hartas de la inacción, decidieron hacer lo que la policía no: rastrearon a los ladrones, los identificaron, los siguieron hasta su casa. Y cuando llevaron a los agentes municipales hasta la puerta… nada. Ni una orden. Ni una patrulla. Ni una carpeta de investigación.

🧩 ¿Qué está fallando?

  • ¿La policía municipal está rebasada, coludida o simplemente anestesiada?
  • ¿Por qué la Fiscalía del Estado de México no actúa, incluso con evidencia ciudadana?
  • ¿Cuántos robos hacen falta para que el sistema despierte?

Este caso no es una anécdota. Es un síntoma. Chimalhuacán se convierte en un laboratorio de impunidad donde el crimen se repite como un loop malicioso, y las instituciones simulan presencia mientras el algoritmo del abandono se ejecuta en segundo plano.

🕶️ El glitch institucional

En el mapa de la simulación mexicana, este caso es un pixel muerto. Un error que nadie quiere corregir. La pareja de ladrones se convierte en símbolo: no por su astucia, sino por el vacío que los rodea. Un vacío institucional que permite que el delito se vuelva rutina.

¿Qué pasa cuando el Estado deja de ser amenaza para el criminal y se convierte en espectador?

📣 #C4EnAlerta: El grito que no quieren escuchar

La denuncia viral de @c4jimenez no solo expone el caso. Lo convierte en un espejo. Un espejo incómodo para @SS_Edomex y @FiscaliaEdomex, que siguen sin responder. Mientras tanto, los vecinos de Chimalhuacán viven bajo la lógica del “sálvese quien pueda”.

🎯 ¿Y ahora qué?

Desde Desorden Mundial, exigimos más que indignación. Exigimos acción. Este artículo es solo el inicio. Lo que sigue es documentar, viralizar, presionar. Porque si el Estado no quiere ver, vamos a obligarlo a mirar.

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